La mayoría de empleadores (dueños o máxima instancia de gerencia) y trabajadores (subordinados), tienen una errónea dimensionalidad o grado de importancia hacia el uso de los EPP. Es un hecho que su uso es necesario y vital, inclusive obligatorio para muchas actividades de trabajo, pero esta acción no es la primera que se debe realizar al momento de gestionar o pensar en la reducción de los riesgos laborales.
El uso de los EPP debe ser la última barrera para mitigar los riesgos para elevar la prevención de accidentes y enfermedades ocupacionales.
Por ello, de acuerdo a la estipulado en le Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo (Ley N°29783), la forma más eficiente de actuar para la gestión de dichos riesgos es utilizando el siguiente orden de prioridades de acciones:
- Eliminación de los peligros y riesgos: Se debe combatir y controlar los riesgos en su origen, en el medio de transmisión y en el trabajador, privilegiando el control colectivo al individual.
- Tratamiento, control o aislamiento de los peligros y riesgos: Se deben adoptar medidas técnicas (barreras duras) y/o administrativas (barreras blandas). Minimización de los peligros y riesgos: Se deben adoptar sistemas de trabajo seguro que incluyan disposiciones administrativas de control.
- Programación de la sustitución progresiva y a la brevedad posible: se deben adoptar medidas para cambiar o mejorar procedimientos, técnicas, medios, sustancias y productos peligrosos, por aquellos que produzcan un menor o ningún riesgo para la tripulación.
- En el último caso, y después de haber ejecutados todos los pasos anteriores, se deberá facilitar de equipos de protección personal (EPP) adecuados para la tripulación, asegurándose que los trabajadores los utilicen y conserven en forma correcta. Los EPPs se usan únicamente cuando exista “riesgo residual”, es decir, después de haber realizado todos los pasos anteriores, y todavía existan riesgos, entonces se deberán utilizar los EPPs.
Al respecto, este orden de prioridad es un estándar a la hora de gestionar los riesgos laborales en cualquier actividad de trabajo, siendo una mezcla de barreras blandas y duras, y manteniendo: primero se debe buscar por todos los medios posibles, la eliminación de peligros y riesgos; en el caso que sea imposible por sus altos costos o falta de tecnologías, entonces se deberá proceder al siguiente paso, el cual es el tratamiento y asilamiento de los mismos. Así sucesivamente, hasta llegar al uso de los EPP´s.
Cabe resaltar, que la última barrera para la mitigación de los riesgos, es el uso del EPP, ya que es una barrera eficaz, y que depende en un alto porcentaje, al comportamiento del trabajador, el cual está influido por demasiadas variables incontrolables, como su nivel de compromiso, proactividad, estado de ánimo, ignorancia, entre otros. Es decir, el control y supervisión tienen un alto grado de dependencia de ser humano, por ello, lo hace eficaz y menos confiable que las demás acciones de los pasos anteriores.